Reinonas Dictadoras

REINONAS DICTADORAS


Reinos absolutistas disfrazados de democracias. Condenado a la guillotina por una serie de mentiras. ¡¡¡Que le corten la cabeza!!! Nunca más pensará ni hablará. Ese fue mi veredicto. Las mentiras serán las verdades de aquella reinona que desde su Torre de Marfil dispuso que todo había de girar en su entorno y todas las relaciones debían desarrollarse según un protocolo que no pretendía más que enmascarar su trastorno y alargar el tiempo en el que finalmente saliera a la luz. Dueño del Libro que lleva la Razón, consideró que enamorarse del heterodoxo hereje pagano haría mella en su figura, su tan preciada figura. Como buen absolutista, negó el derecho a la defensa, a no ser que fuera manipulada para escuchar lo que la reinona quería escuchar. Viejo truco, demasiado viejo como para utilizarlo para mantenerse en el mismo puesto por mucho tiempo más. Nada fue como el señorito quiso. Que ardan los demás. Lástima que la reinona no se diera cuenta de que siempre estará ardiendo mientras no decida por un día probar qué es no ser rey. Pero cuando se da más importancia al orgullo que a los sentimientos, difícil resulta aplacar esos sentimientos en forma de llamas. Porque todos aquellos a los que condenaste a la guillotina consiguieron escapar gracias a sus aliados que tú desconocías, y cuando nos encontremos, porque nos encontraremos, el único odio que sentirás será hacia ti mismo y yo ya estaré protegido. Que Dioniso, Príapo y los sátiros te lleven en su gloria llena de llamaradas.


Josu Sein (2013)